Lobo

El consumo de carne equina en España no es, ni mucho menos, nuevo. Su compra se autorizó oficialmente en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, cuando llevaba ya varias décadas siendo el sustento de muchas familias. Aún así, su disfrute siempre ha estado envuelto en un halo de oscuridad, bien porque se la clasificó como una carne de recurso, consumida preferentemente por pobres y enfermos y, más recientemente, por una cuestión cultural (los caballos son animales de compañía y su uso va más allá del aprovechamiento de su carne) y mala propaganda. Aún está fresco en la memoria del consumidor el descubrimiento de carne de caballo etiquetada como de ternera en 2013.

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Publicado el

7 junio, 2018